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Ponen sus vidas en peligro por una vida humana

Los 300 inmigrantes inician una huelga de hambre el martes 25 de enero en Atenas y Salónica. Exigen su legalización y la de todos los inmigrantes que viven y trabajan en este país sin papeles ni derechos, enfrentándose a diario a la sobreexplotación, la humillación y las deportaciones. Su lucha es justa, un grito de dignidad y humanidad contra los muros de la vergüenza que se levantan en las fronteras y en los abominables guetos que se crean en las ciudades, contra la arbitrariedad patronal, la barbarie policial, el terrorismo racista y fascista.

Los inmigrantes, hombres y mujeres, no vienen a este país ni a hacer turismo ni a enriquecerse. Vienen perseguidos por la pobreza, la guerra, las dictaduras, el saqueo de sus países y sus sociedades por las multinacionales, el FMI y los poderosos estados capitalistas. Tienen derecho a la vida; y tienen derecho también ellos ―y no solo los capitales, las mercancías y los ejércitos― a la libre circulación.

Obreros griegos e inmigrantes unidos

El gobierno griego, en el marco de la política antimigratoria europea y de la Europa Fortaleza lanza un ataque insólito contra los inmigrantes y los refugiados: levanta un muro en el río de Evros, organiza diariamente docenas de redadas y centenares de deportaciones, aboliendo de hecho el derecho al asilo político, presenta a los inmigrantes y refugiados como peligrosos invasores. Este gobierno que participó y sigue participando en las invasiones imperialistas de Iraq y Afganistán, que apoya el estado terrorista de Israel, se niega a conceder asilo a los refugiados iraquíes, afganos y palestinos.

Se trata del mismo gobierno que ha declarado la guerra contra la sociedad, que echa abajo los derechos laborales y sociales, que condena a la pobreza y la incertidumbre a millones de griegos trabajadores, parados y pensionistas. Con su agresión a los inmigrantes, pretende que los trabajadores nativos se vuelvan contra los extranjeros, para así dividirnos y asustarnos, y seguir tranquilamente saqueando nuestras vidas, las de todos.

Ninguna vida es ilegal

La huelga de hambre de los 300 obreros inmigrantes es la respuesta al intento del Estado de dividir a los trabajadores y usurpar derechos, la respuesta a la exclusión social y el racismo. Por eso nos incumbe a todas y todos, independientemente del origen nacional, el color y la religión. La miseria de un sector de la sociedad anuncia la de otros. Por esa razón, solidarizarnos con la lucha de los inmigrantes es luchar por nuestros propios derechos, por los derechos de todos.

Luchemos todos juntos para que cesen la vergüenza de las deportaciones, la infamia de las ilegalizaciones masivas de los últimos años y el chantaje de la conexión entre el permiso de residencia y la cotización a la seguridad social.

¡LEGALIZACIÓN DE TODOS LOS INMIGRANTES SIN CONDICIONES!

¡IGUALDAD DE DERECHOS PARA TODOS LOS TRABAJADORES!

INICIATIVA DE SOLIDARIDAD